Pasará el otoño, también la vida, habremos perdido unos cuantos autobuses, a pesar de correr desesperadamente hacia la parada, y ver como arranca dejándonos en tierra, con esa mirada cínica, que nadie, como los conductores de autobuses saben poner.
A veces me pregunto, porqué la primavera me eligió a mí entre tanta gente, pero está claro, el destino no deja mensajes en el contestador, ni sabe chatear por el whatsApp, sólo le gusta jugar a lanzar los dados...y en este caso salió el doble seis.
Ni las matemáticas (lo consideran una pérdida de tiempo), van a dar solución a un teorema tan simple con sólo dos variables, es tan sencillo, como un uno mas uno, y en este caso siempre fueron dos.
Con el tiempo he entendido, que lo único que quiero, es que la lluvia nos siga mojando el mayor número de horas posible, juntos...aunque es muy probable, que seas tú, la que tenga que seguir llevando el paraguas...yo seguiré siendo un desastre...
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