LOS VERANOS
Los veranos eran de color naranja,
mirábamos el mar a través de un cristal azul,
eran veranos de paredes desconchadas,
deseos tórridos, negras sotanas,
y decretos franquistas que no entendíamos.
Después, cuando la adolescencia
agitaba los pañuelos a modo de despedida,
los veranos sólo fueron calor y sudor.
Incluso un día me llegó un telegrama que decía:
“Bienvenido a la madurez”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario